sábado, 16 de febrero de 2013

Nuestras posibilidades

Dicen que en estos años de bonanza las familias hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, y que hemos gastado más de lo que ingresábamos, incurriendo en un elevado endeudamiento. A partir de este axioma se ha tratado de convencer a los ciudadanos de que la subida de impuestos, la rebaja de salarios y la reducción de gastos públicos, y entre ellos los sociales, era una cuestión ineludible. Analizando la Encuesta Financiera de las Familias, realizada por el Banco de España en 2008, año en el que acaba el período de bonanza de créditos en nuestro país, se constata que existía algún tipo de endeudamiento en el 50,1% de las familias. Es decir, que el 49,9% no mantenía deuda alguna. Si empezamos a segmentar por nivel de renta familiar, aquellas con menores ingresos son las menos endeudadas, y respecto a las que han firmado algún tipo de préstamo, entre las de menor nivel de renta casi tres cuartas partes de su endeudamiento se destina a la compra de vivienda, cuando en los niveles de mayor poder adquisitivo no llega ni a la mitad. Y son estas últimas las que más endeudamiento han destinado a la compra de una segunda vivienda. Los datos del Banco de España nos permiten tener una visión distinta de la que se nos quiere mostrar. El sobreendeudamiento no es un síntoma común, ni que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades el diagnóstico, ni la cura devaluar salarios, garantías y estado de bienestar. Al menos para la mitad de las familias españolas que no se han endeudado. Pero también para ellas hay subida de IRPF, IVA, recortes en educación, sanidad y dependencia, y tantos etc.